Grupo «Antonio Hoyos»

… UN RECUERDO ESPECIAL

por Francisco Ascorbe (publicado en 2007)

No podemos conmemorar 20 años de nuestra Asociación sin tener presente a uno de sus espíritus más jóvenes. Decir Antonio Hoyos es equivalente a afición, generosidad y capacidad de trabajo. Cuando comenzamos nuestra andadura asociativa existía un evidente salto generacional entre él y nosotros, pero la diferencia la marcaba únicamente la edad no el espíritu.

    Además no necesitaba medios tecnológicos sofisticados: las revistas, los anuarios y su máquina de escribir eran elementos más que suficientes para desarrollar una labor que, sinceramente creo, ninguno de nosotros ha sido capaz de acometer con la intensidad con que él la vivía. Con los medios actuales casi nos hubiera retirado por innecesarios.

    Era tal su pasión que cuando se trasladaba a Noja para pasar el verano, acarreaba con sus revistas, sus anuarios y su máquina – como hacemos hoy en día con el portátil pero mucho más engorroso – porque no concebía que pasaran unos pocos días sin su estadística.

Antonio Hoyos de Castro ... un maestro para la AEEA     Antonio nos dejó en un momento inoportuno – siempre lo es – y cuando se consolidó el grupo que luego llevaría su nombre – hoy también fuera de circulación – lo recordábamos porque accedíamos a una gran cantidad de información de primera mano que él nunca pudo disfrutar.

    Nos solía decir que él cerraba la información de la temporada cuando Leichtathletik publicaba el ranking soviético, entonces nuestra única fuente de información para la URSS, imprescindible para cualquier lista anual, como ahora pueda ser China. Al poco tiempo de fallecer dispusimos de los reports que elaboraba Sergey Tikhonov, los del japonés Tatsumi Senda (para mi el mejor report hecho jamás) y un largo etcétera de informaciones directas que hicieron nuestra labor más ágil y fiable.

    En la génesis del grupo que elaboró listas mundiales desde 1986 hasta 1999 estuvo su personalidad y su carisma. Antonio prolongó con nosotros su labor docente – su medio de vida y su otra pasión – que aprendimos a ser verdaderos estadísticos bajo su influencia.

 

   Ayudados por aquella ofimática incipiente de mediados de los ochenta publicamos las primeras listas completas en el boletín nº 10 (también compilamos las de 1986 y 1987 pero solamente se publicó la prueba de 100 metros de este último año, en el boletín nº 6). Vistas bajo la perspectiva actual fueron un intento voluntarista y probablemente resistan mal el paso del tiempo, pero tuvieron la virtud de fomentar el trabajo en equipo, que luego nos ha dado frutos excelentes.

    La calidad del trabajo del grupo fue creciendo de manera conjunta con la de edición del boletín y podemos sentirnos satisfechos con el nivel alcanzado. Como ocurre con el deportista, el tiempo nos retiró (aunque también las nuevas tecnologías). Una de las obsesiones del grupo, publicar las listas con la mayor inmediatez, fue la que vino a certificar su defunción. Sin embargo nos queda la espinita de que estos nuevos tiempos han relegado los trabajos reposados y revisados a los olvidados rincones de unos pocos perfeccionistas.

    Así como José María García – la persona que mejor representa lo que debe ser nuestra afición – recibió un más que merecido homenaje por todo lo que ha significado y significa para la Estadística y para la Asociación, tal y como José Javier, José Luis y Manolo se encargaron de ensalzar en el boletín nº 75, en nuestro corazón también habrá siempre un hueco para Antonio que, allá donde esté, seguro que se siente orgulloso de la Asociación.